viernes, 14 de noviembre de 2008

Por Melisa

Les voy a contar una historia.. dicen que es muy triste, pero a la vez la más romántica de todas:
A veces dicen que el hombre hace hasta lo imposible por la mujer, y la mujer disfruta de eso imposible.. Mi historia trata sobre, ella y él. Ella es una princesa, una conquistadora.. una conquistadora de corazones. Él es un campesino, perdido de la vida.. bohemio de sus actos.
En el palacio de la princesa solían realizarse campeonatos de fuerza, decisión, enamoramiento y amor. Todo se hacía, todos lo hacían, tratando de alguna vez poder finalmente conquistarla a ella. Y durante esos duros y cansadores campeonatos de ojeada en ojeada lo veían a él, agitando y limpiando la tierra y nadie sabía lo que él hacía. Y así pasaron muchos meses.. Ya no había hombre que no hubiera tratado de obtener al menos una sola mirada de la princesa.
Un frío día de invierno, ella, tratando de cerrar sus bellos ojitos azules, escuchó desde la ventana unas piedritas que pegaban contra su ventana, causando una sensación de misterio. Ella se acercó, abrió la ventana, y trató de observar algo nunca visto antes. Un parque, y en uno de los lados, un hombrecito, parado a la luz de la luna, con ése frío de invierno. Ella agitó sus ojos, no podía ver bien. Los agitó de nuevo y por fin lo vio. Era un parque lleno de rosas, completamente rojas... rojas como la pasión y el amor que ella necesitaba.. y ese hombrecito era él, ese campesino que no tenía nada que perder. Había comprado, con lo poco que tenía, vendiendo su casa, su ropa, sus zapatos, su tierra, estaba usando una camisa toda rajada, y con manchas de sangre en él, esas manchas era la sangre que se derramaba por cada rosa.. millones de rosas le regaló él a ella esa noche.
# ella llora
# él tiembla
# ella le grita que lo ama
# él apenas puede hablar..
Cae, sobre unas rosas... ahora sin nada que perder, ahogándose en ese frío de esa noche, da su último y profundo respiro. Pensando que a ella, él, la enamoró.

by Melisa.

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